Diálogos necesarios

 

Diálogos necesarios

Por Cecilia Pregoni *

A la luz de la Ley de Mediación Nº 10543, cuya principal modificación fue introducir la instancia de mediación con modalidad previa y obligatoria (MPO), nacieron y se reactivaron muchos centros privados de la especialidad, tanto en Córdoba capital como en Río Cuarto, ciudades donde rige la norma, los cuales se encuentran funcionando actualmente. 

La pandemia realzó el rol de estos establecimientos porque, a raíz de las restricciones sanitarias, fue muy oportuno el protocolo emitido por la Dirección Provincial de Mediación, que les permitió trabajar con un modelo de vanguardia, dándoles a sus directivos herramientas para que pudieran brindar un servicio ágil y práctico, con todos los recaudos legales para hacer más eficaz el proceso. 

Incluso, el certificado de protocolización que expedía el Centro Público (organismo contralor de los privados) contenía un código QR que resultaba totalmente innovador en el área. 

Sin embargo, hoy, luego de tres años de aquellas resoluciones, nos encontramos con la cara opuesta. Por un lado, desde 2022 se implementó la regla de la modalidad presencial en las mediaciones privadas, que claramente no pueden competir con aquellas virtuales que ocurren en el Centro Judicial de Mediación, ya que el sistema on-line ha resultado de mucha aceptación entre los operadores jurídicos. 

Es verdad que algunas cuestiones tratadas en el ámbito del espacio presencial resultan, a todas luces, muy beneficiosas para las partes y para el trabajo de los mediadores/as, pero no lo es menos que todavía existe un universo de casos -como lo son los de daños y perjuicios derivados de accidentes de tránsito- en los que, en general, las empresas no utilizan aún el proceso de mediación como una herramienta de resolución de conflictos, lo cual convierte al sistema en un escollo. Ello, sumado a que dichos procesos son presenciales, atrae más detractores al sistema. 

Habrá que pensar que un procedimiento de verdadera voluntariedad, incluso para la elección de la modalidad en la que se deba llevar a cabo, debe tener hoy una respuesta normativa a los fines de no encorsetar el proceso de mediación con estructuras rígidas. 

A esta situación también se le sumó la tramitación del proceso de mediación a través de la plataforma Ciudadano Digital (CIDI), que como mecanismo para la presentación del pedido resulta más cómoda para la ciudadanía. 

Lo cierto es que dicha plataforma no es un soporte para la tramitación del proceso de mediación, lo que presenta una serie de falencias que no sólo ponen en peligro la legitimación de cualquier proceso mencionado sino también el trabajo que día a día, con calidad y calidez humana, llevan adelante los centros privados. 

La rapidez con la que ahí se protocolizaban las actas en época de pandemia quedó en el olvido. Hoy existe una demora mínima de 60 días, sumada a que, como bien es sabido, los honorarios de los mediadores/as quedan expectantes, en caso de falta de pago, a la espera de la obtención de esa protocolización para poder hacer valer los estipendios, que no son abonados en tiempo y forma, entre otras preocupaciones. Sin olvidar, además, la imposibilidad para los requirentes de entablar el juicio en aquellos procesos cerrados sin acuerdo.

Días atrás, los centros privados eran convocados a una reunión para informar sobre un nuevo formato digital para los casos de mediación. Aplaudimos la iniciativa de la mirada hacia el futuro; no obstante, el gran desafío es llevarles tranquilidad a los mediados en cuanto a que el trámite que inició en un centro privado, hoy puede tener su protocolización de acta de cierre en un plazo prudencial. 

Como mediadores que trabajamos desde las opciones como coprotagonistas, resultaría muy bueno reflexionar juntamente con las autoridades sobre qué diseño necesita la tramitación del proceso de mediación. El diálogo tiene que ser nuestro norte. 

A los centros privados les interesa trabajar para brindar cada día un mejor servicio a la ciudadanía, con ideas, con propuestas, como lo hacemos en nuestras mesas. Queremos siempre cuidar de la mediación, en todos los aspectos. Queremos ser parte de la solución.

(*) Mediadora

Comercio y Justicia 11/3/2023

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